sábado, 15 de octubre de 2011

Flores



Explosión de color que subyuga mi voluntad… volveme súbita de tu reinado.
Sacame esta autonomía, liberame de la indecisión.
Esclavizame, nutrite de mi padecer. 
Dame utilidad, dame un poco de tu realidad; aunque tengas que convertirte en vampira de mi existencia, aún así tengas que afiebrarme de sin sentido.
Evaporá mi autonomía con tu revolución de calor.
Me niego a existir separada a vos, me niego a tomar una decisión, ya la tomaste vos.
Dejame participar de tu laberinto de ramas secas, dejame perderme ahí y que mi misión sea encontrarte otra vez.
 Prometo hacerlo bien, prometo poder encontrarme en la circunferencia violada de tus hojas ocre, lagrimas del ocaso otoñal.
Y cuando algo me diga que necesito viajar hasta las raíces, voy a descender hasta tus pantanos, entusiasta observadora de realidades negadas por el astro rey, que negligente olvida lo que cree que no le concierne.
Embajadora de tus charcos de barro voy a ofrendar sus transformaciones, combustible de la luz.
Voy a emancipar a mis miedos más arraigados, desprendidos van a perderse entre las súplicas de fusión; derramados van a bordarse en símbolos desconocidos.
Embriagada voy precipitando a los sueños que combaten a los designios de los órdenes superiores. 
Desafiante, me subordino a tus seguridades noumenicas.
Te dejo mis vacilaciones, para que con ellas produzcas el sustrato de tu solemnidad.
Impaciente no creo nada, no creo en la religión que me une a vos… y por esa misma desconfianza es que cedo mi voluntad a tu fortuna.
Me voy... Y espero volver deslizante en tus proyectos de flores de primavera.

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